Como acto de desafío ante la cultura de “decorar tu vida a tu manera” pienso atenerme al diseño “default” de este weBLOG. Estoy demasiado malacostumbrado a pasarme horas haciendo fondos de pantalla y estilos visuales para winblows como para ponerme a decorar este BLOG.

A partir de esta consideración comienzo mi primer “post” ya en serio. Con el advenimiento de las tecnologías baratas de creación de música, diseño gráfico y video ya no nos contentamos con decorar nuestra vida solo con los asépticos elementos visuales de que la estética burguesa nos ofrece “ready made”. Queremos crear los propios. El problema radica en que terminamos reproduciendo los esquemas estéticos que nos imponen ya no una cúpula de artistas de “vieja escuela”, sino agencias publicitarias sin escrúpulos. Qué daría por poder considerarme un Tlouse Lautrec yendo en contra de las últimas vacas sagradas que nos diera el neoclasicismo.

Y deja tu los escrúpulos; el pudor intelectual tan ausente en nuestros días. Llaman arte a sus creaciones, no en el sentido griego del “arte del zapatero” o “arte del cocinero” sino que se hachan su taco romántico del arte como un fin en si mismo. El arte por el arte.

“Mi tabloide publicitario por mi tabloide publicitario.” Diría el publicista-ungido-en-artista (Simón compita, ya mero)

Pero bueno, estábamos en que me creo artista por mis fondos de pantalla tan ingeniosos… mis cachitos de alma de 1600 por 1200 pixeles. Neta que a quienes no se nos dio jamás eso del dibujo como que nos atrae la idea de poder acercarnos a los estándares de belleza que nos impone nuestro lugar en la estructura, aunque sea poquito.

Es más… me pregunto si no pasará lo mismo con quienes tienen mal oído para la música. La maravilla de las computadoras, mediante sintetizadores y demás chácharas, nos permite componer melodías con entonación y tiempo perfectos. Tu talento para la ejecución musical es irrelevante.

No es que esté en contra del uso de herramientas que expandan las capacidades de los “artistas” de hecho consumo grandes cantidades de mi tiempo persiguiendo estas aficiones. Solo quiero enviar un llamado a la precaución parafraseando a un canadiense que no necesita introducción. “El medio es el mensaje”.

A pesar de los costos cada vez más bajos para los equipos de cómputo no se puede negar el carácter elitista de estas prótesis. Tampoco se puede negar que los bajos costos de estos armatostes obedecen a la orfandad (falta de madre) de las compañías de transnacionales. La producción de estas herramientas le cuesta la vida a hombres, mujeres, y en mayor numero, niños que jamás tendrán acceso a ellas.

Es mezquino e irresponsable abandonarse al goce estético de nuestra “cultura digital” Hacerlo es consecuentar una sociedad esclavista.