Placeres culpables
Cuan fruta prohibida de la retórica contemporánea, hoy me permití jugar con un par de conocidos. Fotógrafos. Al asistir a una exposición de fotografía cedí ante la tentación de usar el nihilismo como estrategia conversacional.
Mi argumento central era que si, las fotos me parecían bonitas. Bonitas y nada más y que tenían que respetar mi opinión como tal. El epílogo es lo que los mató. Y cito: "Bonitas las fotos, pero honestamente el arte tiene rato que dejó de importarme"
Entre que ellos me trataban de tener esa paciencia-como-de-padre-con-hijo-que-no-le-gusta-el-brócoli y yo como que la neta no muy interesado en la conversación por aquello de los centros ausentes terminé por cansarme y me fuí.
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No suelo ser así, tal vez hoy andaba de malas y no tenía ganas de poner mi carita de "!Wow! it's like... !AAAAArt meeeeeeeiiiiiaaaaaan!
So Fuck art, fuck artists (goddam pussies), y sobre todo !FUCK PHOTOSHOP! que ahora ya todo mundo es "artista digital (!vez wey!)" !Ahhh! me acuerdo de los good old bannermania days. Quienes hayan tenido una compu antes de 1995 seguramente se acordarán de "bannermania" un programa para hacer: !CHAN CHA CHA CHAN! Banners. De hecho había un preset que se llamaba "Ballet" y era una vil letra "X" pero cun un font acá... chido que segun eran dos bailarines estilizados. En esos tiempos la computación te exigía un acto creativo ponente. No que ahora... !GRACIAS photoshop! !Por democratizar la cultura visuaaaaaaaaal! !WEEEEY! Míra... soy diseñadoooooor. !WACALA!
Ando DE mAlaS