V i r u s ROJO

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martes, marzo 21, 2006

Estados policiales, estados estéticos

El de la foto se llama(ba) (no se rian que está muerto... y más respeto por favor, esto es algo solemne) Salvatore Culosi; y era oculista. Me pregunto si algún amigo le habrá explicado la infortunada e inintencional hilaridad de su nombre y profesión para el mundo de habla castellana. En fin. Que importa.

Hace un par de meses, el Dr. Salvatore salió de su casa en el estado de Virginia para recibir a un detective encubierto que tenía como encomienda catear la casa del doctor como parte de una investigación de apuestas. En respuesta a su atención para con el detective, el Dr. culosi recibió un admirablemente preciso, heróico, certero disparo en el pecho, cortesía de un miembro del cuerpo de fuerzas especiales "SWAT". Como a menudo sucede con los balazos en el pecho, pues el susodicho pasó a morirse. Salvatore no estaba armado.

El despiegue de las fuerzas del SWAT es cada vez más común en situaciones mundanas como cateos. Peter Kraska, de la Universidad de Kentucky, estima que a mediados de los 80's los grupos paramilitares SWAT eran desplegados unas 3000 veces al año. El año pasado hubo 40,000 sorties.

En el contexto de que si la guerra contra las drogas, o que si la guerra contra el terror, las tácticas policiales convergen con las militares; y el resultado es que los oficiales de estas oraganizaciones se ven a si mismos como soldados, lamentablemente, el enemigo de este ejército son los ciudadanos.

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Esta escalada en las hostilidades estado-ciudadano le da un respiro a la estética de la inconformidad. La imagen de un paramilitar prepotente tocando a tu puera para asesinarte tiene una fuerza semántica que pocas veces se obtiene en el horizonte simbólico actual.

En un mundo en que todo es "relativo" y bueno o malo según "distintas perspectivas", la aparición de una amenaza como esta se niega a ser caracterizada en esos términos. Es tan inutil externalizar la responsabilidad de estos sipi-zapes policiales, que las autoridades nisiquiera lo intentan.

El negocio del miedo y el "law enforcement" mantiene elaboradas burocracias, sistemas carcelarios privatizados, departamentos (ehem... perdón... hermandades) de policía y un sin número de industrias satelitales; así que si produce dinero tiene que estar bien; no? Y ya que entromentemos en este tema al trabajo enajenado , y pidiendo prestada una frase al cochino liberalismo yanki, parafraseo una frase atribuida a Bejamin Franklin (mejor conocido como el señor de los billetes de cien dólares).


“He who would trade liberty for some temporary security, deserves neither liberty nor security”